Así como lees, escribes

Muchas personas no tienen dinero para pagar un asesor y comenzar a escribir. Bueno, la falta de dinero no es obstáculo. Muchos escritores renombrados mencionan la importancia de leer, leer mucho y leer en serio. Esto quiere decir "con la mente muy abierta", "con ojos analíticos".

 

Ryszard Kapuściński escribió: "Por cada cien páginas leídas, una escrita". García Márquez dijo en una entrevista: "Yo sé escribir porque leí a los clásicos". Y Jorge Luis Borges escribió: "Que otros se jacten de los libros que han escrito, yo me jacto de los que he leído".

 

Pero no se trata solo de pasar los ojos y disfrutar la lectura. Se trata de ir familiarizándose con las partes de la oración aunque no conozcan sus nombres: Si el texto inicia con "una hermosa mañana" o "aquella cálida tarde de verano", entenderemos que son lo mismo aunque no sepamos cómo se llaman. Si yo compré un pastel "para mi mamá" o conseguí pintura "para mi casa", también sabré que son las mismas cosas. Leer con toda nuestra capacidad de observación nos ayudará a identificar estructuras y a saber cómo se ordenan mejor, cómo suenan más bonito.

 

Álex Grijelmo escribió en su "Defensa apasionada del idioma español" que, así como hay grandes músicos "de oído" que componen hermosas sinfonías, también hay grandes escritores que crean obras maestras "de oído", repitiendo lo que han leído y siguiendo la misma regla del compositor: se vale hacer de todo, menos desafinar.

 

Es recomendable leer clásicos griegos y latinos. No todos. Solo dos o tres para conocer su estilo. Hay que leer autores del Siglo de Oro, tal vez solo una obra de cuatro representativos y así con cada corriente. Probablemente hallaremos escritores que se convertirán en nuevos favoritos y nuestra prosa se enriquecerá con sus influencias. Seremos buenos escritores "de oído" sin gastar en cursos. Solo invirtiendo muchas horas de lectura y análisis. Pero, al fin y al cabo, ¡a todos nos gusta leer! ¿O no?